Como especialistas en fiscalidad internacional, les informamos de que la organización considera la necesidad de recurrir a nuevas fuentes de ingresos o infrautilizadas.

La creciente desigualdad y la acuciante necesidad de los países de elevar la recaudación para abordar el desequilibrio de las cuentas públicas tras la pandemia, puede hacer de la fiscalidad sobre las herencias y donaciones un «importante instrumento», según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

Como asesor fiscal internacional, les informamos de que la organización considera que es probable que la crisis suscite una reflexión sobre la necesidad de recurrir a nuevas fuentes de ingresos o infrautilizadas, que también pueden ser compatibles con los objetivos de reducción de la desigualdad, señalando que el impuesto de sucesiones podría desempeñar un papel especialmente importante en el contexto actual.

Si bien la mayoría de los países de la OCDE, un total de 24, gravan las herencias o donaciones, estos impuestos suelen generar muy pocos ingresos y actualmente representan únicamente el 0,5% de media del total de la recaudación fiscal. De hecho, entre los países analizados, la recaudación del impuesto de sucesiones solo sobrepasaba el umbral del 1% del total de ingresos fiscales en Corea del Sur (1,59%), Bélgica (1,46%), Francia (1,38%) y Japón (1,33%).

En el caso de España, la recaudación del impuesto de sucesiones representaba el 0,58% del total, por encima de la media del 0,53% del conjunto de la OCDE.

Tal vez pueda interesarte:   Cómo se declara el cobro de una pensión percibida del extranjero